Durante la entrevista con Oprah Winfrey, Meghan Markle afirmó que había tenido impulsos suicidas durante su embarazo con ella y el hijo del príncipe Harry, Archie. Afirmó que, básicamente como lo expresó Piers Morgan, cuando buscó la ayuda de los superiores de la familia, se le negó la atención de la salud mental debido a cómo podría reflejarse en el establecimiento. Según los informes, muchos de esos sentimientos se originaron en la forma en que Markle se sentía como si tuviera poco control sobre su propia vida mientras formaba parte del círculo íntimo.
